Vivir en un edificio implica compartir espacios comunes con vecinos cercanos, lo que puede presentar desafíos de convivencia. Es importante promover espacios que fortalezcan el respeto, la empatía y la colaboración para generar comunidades más felices.

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Aunque cada uno de los residentes tengan hábitos, horarios y estilos de vida distintos, la cordialidad y la amabilidad ayudan a que las situaciones se resuelvan de una mejor forma y se trabaje en comunidad para asumir los desafíos.

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Promover una buena convivencia en los edificios, si es posible, mientras se sigan algunos consejos prácticos que descubrirán en el ebook

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